Desde hace ya tiempo son bien conocidos los efectos de las fibras dietéticas sobre la salud humana. Entre estos beneficios se podría destacar la mejora del metabolismo lipídico y los azúcares, el descenso de la absorción de sustancias tóxicas y la potenciación del sistema inmunitario. Desafortunadamente, las fibras presentes en las plantas son, en su gran mayoría, indigeribles por el organismo humano, y por esta razón dicha estimulación inmunitaria no puede llevarse a cabo. Sin embargo, si estas moléculas de gran tamaño se dividen en otras de más pequeñas, denominadas hemicelulosa, la potenciación del sistema inmunitario sí tiene lugar. El arabinoxilano es uno de los componentes más activos de este grupo de hemicelulosa ya que puede mejorar un sistema inmunitario debilitado de manera potente y segura. El arabinoxilano es uno de los inmunomoduladores más potentes que se conocen, aunque lo más interesante de este compuesto, es que sus efectos son similares a los que producen los inmunoestimuladores farmacéuticos como la interleuquina-II (IL-2) con la gran ventaja de que no se produce ningún tipo de efecto secundario adverso ni tóxico. Para obtener moléculas activas, se ha desarrollado un proceso basado en el tratamiento del salvado de arroz, con hongos Shiitake. Se ha establecido que las enzimas (moléculas que actúan a modo de tijeras) de los hongos se encargan de cortar las cadenas periféricas de las hemicelulosa, hasta conseguir una molécula de peso molecular lo suficientemente pequeño, para que pueda ser absorbida como un nutriente. Se consigue así, un compuesto en el que el principal componente es el arabinoxilano. Existen distintas formas de arabinoxilano en el mercado, pero sólo la que se obtiene del salvado del arroz es la que potencia la actividad de las células NK de manera más efectiva. (Valores en grafica siguiente).